-
¿No me crees? –Preguntó nervioso-
-
La verdad, no –Lo miré enojada-
-
¿Quieres saber sobre mí? ¿Por qué? –Preguntó serio-
-
Porque no te conozco, tu sabes sobre mí pero yo no
de ti… -Respondí alterada-
-
No creo que te interese mi vida…
-
Te estoy preguntando por ella, algo de interés
tengo ¿No?
Nicholas me está haciendo enfadarme… ¿Cuál es el
misterio de su vida? ¿Es un asesino? ¿De qué tiene miedo?
-
No te seguiré insistiendo pero por favor déjame en
paz –Concluí retirándome del sitio rápidamente-
Salí
del sitio y caminé deprisa hasta alejarme completamente. Me senté en el borde
de la calle junto a un auto estacionado y me quedé un rato mirando los
alrededores.
-
¿Puedo sentarme?
Lo
miré suspirando y asentí con la cabeza. Se sentó junto a mí. No dejaba de
mirarme. Su rostro lucía triste y lleno de preocupación. Sus pequeños ojos
marrones se notaban cansados.
-
Escucha… Sue
Lo miré algo enojada sin
soltar una sola palabra.
-
Sé que estás molesta pero la verdad es que no me
gusta hablar sobre mi vida. Sí estás dispuesta a darme otra oportunidad te
prometo contarte sobre ella.
-
¿Por qué lo harías conmigo? –Pregunté dudosa-
-
Porque eres la única que se ha preocupado por saber
de mí -Sonrió-
No
respondí y me quedé observando la calle.
-
No tengo un trabajo, no tengo un hogar… No quiero
hacerte parecer que doy lástima –Bajó su cabeza-
-
El dinero no hace la felicidad ¿Por qué no buscas
un empleo? –Pregunté apenada-
-
Lo he intentado pero no encuentro algo que me
guste. Verte buscando una beca para algo que quieres me ha inspirado. No te
estoy acosando solo te he considerado una inspiración desde el momento que te
conocí.
Podrá
ser todo lo que sea pero se nota que tiene un gran corazón. Esas palabras me
llenaron el corazón de felicidad. Nicholas se ve un gran hombre que puede hacer
lo que sea pero como él mismo lo admite no sabe aún que hacer con su vida.
-
Me siento halagada Nicholas pero yo creo que sí
puedes encontrar algo para ti –Sonreí-
-
Gracias, eso espero –Sonrió- ¿Te puedo invitar un
helado?
-
¿Te parece si lo invito yo? –Agregué sonriendo-
-
No quiero abusar. Déjame por favor –Insistió-
-
Pero… -Repliqué-
-
¿De dónde saqué el dinero? –Acotó-
-
Eh… Bueno –Reí apenada-
-
No te preocupes, tengo para comer y dormir, y también
para invitarle un helado a una chica linda –Rio-
Lo
miré sonrojada. Caminamos hasta la heladería de la calle próxima, y él pidió
los helados. Los comimos riéndonos un poco y contando más sobre nuestras vidas.
El helado era de chocolate con vainilla y estaba delicioso. Lo terminamos y
salimos del sitio hablando sobre su vida. Me contó sobre su vida aquí en París.
Su familia se mudó a los Estados Unidos pero él no quiso irse y abandonar a su
abuela que aún vive. Pero en estos momentos están peleados por alguna razón que
no sé y él ha estado durmiendo en moteles baratos y comiendo en la calle. Ellos
se mudaron a Francia cuando él tan solo tenía 5 años de edad. Nació en los
Estados Unidos, en Dallas, Texas, y tiene 3 hermanos.
Yo
también le conté sobre mi madre y su muerte, sobre mi hermanita y mi papá ¡Ah! Y
también de mi perro Max, que por cierto, él también tiene un perro llamado
Elvis.
Estábamos
cerca del hotel en donde me estoy hospedando y lo invité a subir.
-
¡Qué bonita vista la que tienes desde aquí! –Dijo asomado
en el balcón-
-
Gracias ¡Sí que lo es! –Reí-
Guardé mi bolso en el armario
de la habitación, y lavé mis manos en el baño. Me senté junto a él en la cama y
encendí la televisión.
-
No sé porque veo la televisión aquí si no entiendo
este idioma –Reí-
-
Te puedo enseñar –Sonrió-
-
¿De verdad? Es muy bonito el francés pero algo
difícil de entender.
-
Una vez que sabes defenderte el resto es fácil –Sonrió-
-
Me imagino. Tú sabes hablar el inglés perfectamente
–Lo miré-
-
Claro, con solo 5 años sabía algo de ese idioma y moviéndome
por la ciudad aprendí mejor.
-
¿Tú solo? –Pregunté sorprendida-
-
Sí, y mi abuela también me enseñó, además del
francés y español –Rio-
-
¿Sabes qué se te da bien? –Le dije sonriendo-
-
¿Qué cosa? –Preguntó dudoso-
-
El turismo. Con 3 lenguas puedes hacerlo
perfectamente. El otro día me mostraste la ciudad y sabes mucho –Reí-
-
Gracias, no lo había pensado –Agregó sonrojado-
Conversamos un poco más durante varias horas. Mi
estómago comenzó a rugir de hambre y le sugerí ordenar algo a la habitación
para los dos. Aceptó después de tanto rogarle, y pedimos una pizza grande
margarita con dos coca colas. Cenamos entre risas y al finalizar dejé la caja
vacía en la puerta.
-
Eres muy amable Sue –Sonrió- Ya debo irme, es tarde
–Acotó triste-
-
¿Por qué no te quedas? –Pregunté sonrojada-
¿Sue qué demonios te pasa? ¿Cómo vas a invitar a un
extraño a dormir en la misma habitación que tú? ¿Estás loca? Pero… Es que es
tan lindo y además no tiene donde dormir, sobra una cama así que ¿por qué no
usarla?
-
¿Qué? ¡No, no! –Respondió alterado- Susane no
puedo.
-
¿Por qué no? Sobra una cama, no dormirás conmigo –Reí-
-
No podría –Me miró apenado-
-
¿Vas a salir a las 2 de la mañana a buscar un motel
barato con la cama rota? Mientras que aquí tienes una muy cómoda para ti solo y
gratis –Sonreí-
-
Solo con una condición.
Creo que debí permanecer callada… Ahora tengo que
aceptar su condición y si es mala estoy fregada.
-
No te preocupes, no es nada malo –Rio-
Suspiré aliviada tras escuchar esas palabras pero
igual estaba algo nerviosa.
-
¿Me dejas llevarte a comer mañana? –Preguntó entre
sonrisas-
-
Está bien.
-
¡Vaya! Fue más fácil de lo que creía –Rio-
-
Mejor duerme antes de que cambie de opinión.
Dejó sus zapatos de un lado de la cama y se acostó
arropándose casi hasta su cabeza, se parece algo a mí en la forma cómo duerme.
Me acosté en la otra cama y le di la espalda para no incomodar todo.
-
Oye Sue –Dijo-
-
Dime –Respondí casi dormida-
-
Muchas gracias.
-
No te preocupes. Buenas noches –Sonreí-
-
Buenas noches.
4 de diciembre de 2011. 6:05
am
La claridad de la luz invadió la habitación a
tempranas horas de la mañana y entre abrí mis ojos logrando solo ver la pared
que daba hacia el baño. Me levanté y fui hasta él. Abrí el lavabo y lavé mi
rostro. Hice mis necesidades y luego abrí la regadera para darme un baño.
Después de estar limpia, me sequé y salí con la toalla cubriendo mi desnudez.
-
¡Vaya! –Exclamó sorprendido-
-
¡Ah! –Grité y salí corriendo-
¡Qué pena! No recordaba que Nicholas estaba aquí…
Así será lo dormida que estoy. Me encerré en el baño nuevamente y esperé a que
se me pasara la pena.
-
Sue no pasa nada, he visto a mi abuelita en toalla
más de una vez –Rió-
-
No entiendes ¿Puedes salir de la habitación hasta
que te diga?
-
Está bien –Rio-
Se escuchó la puerta cerrándose. Entre abrí la del
baño y vi que no estaba. Salí rápidamente y tomé mi ropa. Me vestí y le avisé que podía entrar.
-
¿Vamos a comer?
-
Aquí hay bufete, vamos –Respondí seria-
Debo ser lo más seria posible ante una situación
así para que se dé cuenta que no es gracioso. Bajamos al lobby y entramos al
bufete. Pagué su parte y nos sentamos a comer.
-
Te agradezco todo lo que has hecho por mí –Sonrió-
-
No es nada Nicholas, disfruta –Sonreí-
-
Sí es mucho –Me tomó la mano-
Sentí una fuerte corriente en mis venas y la quité
nerviosa. Comí rápidamente de mi plato y revisé mi celular por si mi padre
llamó.
-
Ahora iremos a dos sitios ¿Te parece? –Agregó
rompiendo el silencio-
-
¿A dónde? –Pregunté intrigada-
-
Es sorpresa –Sonrió-
Subimos a la habitación nuevamente para cepillarme
y salimos al primer lugar que no tenía idea de dónde era. Tomamos el bus y
llegamos a una zona de residencias. Había casas hermosas y otras más pequeñas.
-
¿A dónde vamos? –Pregunté desesperada-
-
Aquí es –Sonrió-
Caminamos hasta una gran casa amarilla con el
tejado marrón y las ventanas algo coloniales. Es hermosa y grande. Con un gran jardín
de rosas. Nicholas se acercó a la puerta, sacó una llave y la abrió ¿Es su
casa? ¡No entiendo nada! ¿No está peleado con su abuela?
-
Nicholas no entiendo… ¿Es tú casa? –Pregunté
sorprendida-
-
Anoche mientras dormías llamé a mi abuela y me
disculpé con ella. Me hiciste darme cuenta de que tengo algo valioso y es ella –Sonrió-
No sabía que de verdad lo inspiraba tanto como para
disculparse con su abuela y regresar a su casa ¡Y más traerme!
-
Pasa por favor –Sonrió-
-
Nicolas êtes-vous? –Dijo la señora-
-
Oui grand-mère -Respondió él-
La abuela de Nicholas se acercó a nosotros. Una
señora mayor, cabello blanco largo, ojos marrones, como los de él, algo delgada
y elegante.
-
Abuela, ella es Susane –Sonrió-
-
Encantada señorita –Estrechó mi mano-
-
Igualmente –Sonreí-
Ya veo de dónde sacó el acento Nicholas.
-
Pasa, estás en tú casa –Sonrió-
-
Gracias –Caminé apenada hasta la sala-
Nicholas
fue a la cocina junto a su abuela y le dio un abrazo. Regresó él y nos sentamos
en el sofá de la sala. Es muy amplia; la decoración y los muebles son antiguos
pero muy bonitos.
-
¿Se van a quedar a almorzar? –Preguntó la señora-
-
Eh… -Miré a Nicholas-
-
Sí está bien –Sonrió-
La señora sonrió y se retiró.
Después de un rato conversando y rompiendo esa
incomodidad que se había creado desde la mañana, la abuela de Nicholas sirvió
la comida en el comedor y nos sentamos todos.
-
Buen provecho –Dije-
-
Gracias –Respondieron ambos-
La lasaña que preparó la señora estaba exquisita.
Terminamos de comer y nos sirvió helado de postre. Conversamos un poco durante
la comida. Me presenté mejor y le conté sobre mi familia, y por supuesto se
aclaró que solo era una amiga de Nicholas.
Hola!! Espero les guste el cap. No se olviden de comentar y quiero agradecerles por estar pendiente y comentar y leer :'DD jajajajaja son las mejores <3 -liz="" ...="" con="" de="" dej="" escribir="" eso="" estaba="" fin="" lindo="" nbsp="" pasen="" pero="" por="" que="" regres="" semana="" span="" tiempo="" todo.="" un="" vacaciones="" xoxo="" ya="">3>
OH MY GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOD nunca habia dicho tanto AWWWWW leyendo un cap de esta novela.....AIINSSSS SADFASDFASDSAD *_* me estas matando ok? no es justo que escribas cosas tan lindas, me haces el favor y publicas el otro MAXIMO pasado mañana OKEY? quedo claro? me alegra ^^ I love you es perfecto todo........I mean.......stop it. Y casala ya con Nicholas =D xoxo
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