ACONTECIMIENTOS PREVIOS
Los
ocho capítulos de Donde Quiera Que Estés
basados en la historia romántica entre Susan y Nicholas en Paris, Francia se
han convertido en grandes recuerdos llenos de sentimientos incondicionales
donde se puede resumir:
-
Susan es de California, vive con su padre
y hermana. Su madre falleció.
-
Susan es una surfista profesional
ganadora de grandes premios. Le ofrecen una oportunidad que recibirá en
Francia, en una convención junto a otros surfistas mundiales.
-
En Paris, Francia, Susan conoce a un
joven llamado Nicholas, quién vive con su abuela, y sus padres en Los Estados
Unidos lejos de él.
-
Al principio le toma trabajo a Nicholas
convencer a Susan de ser su amiga, pero lo logra y van más allá, llegando a
tener una relación amorosa.
-
El octavo capítulo queda en la salida de
Susan y Nicholas al mercado de artesanías para comprar recuerdos para la
familia de ella. Ambos sentados en un banco conversando.
5 de diciembre de 2011. 20:26 pm.
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Me encanta Paris.
-
A mí me encantas tú –Agregó-
Sonrojada
le di un tierno beso en su mejilla, y él tomó de mi mano llevándome a otro
sitio.
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Uno de los mejores sitios donde puedes conseguir
recuerdos de la Ciudad es este –Guiñó su ojo-
Observé
las cosas de algunos puestos del mercado de artesanías, y tomé varias. Las
pagué y continuamos recorriendo y conociendo todo.
Regresamos
al hotel después de un lindo paseo y él se marchó a su casa.
Largos
minutos pensando en Nicholas, sobre lo romántico y tierno que es, sobre tener
que irme y no poder verlo hasta quién sabe… Me recosté sobre la cómoda cama haciendo
lo mismo hasta quedarme dormida.
6 de diciembre de 2011. 7:00 am.
Abrí
mis ojos y observé lo blanco que era el techo de la habitación. Me levanté de
la cama y me alisté. Desayuné y regresé al mismo sitio. Tomé mi valija y
comencé a guardar todas mis pertenencias que había traído conmigo. Una pequeña
lágrima se deslizó sobre mi rostro. Mi corazón roto por tener que decirle adiós
a ese hombre que me ha hecho feliz durante todos estos días… Es duro tener que
partir. Lo voy a echar de menos.
Observaba
la hermosa vista al parque desde el balcón y no dejaba de pensar en él. No
había recibido alguna llamada hasta el momento ¿Será que no vendrá?
Mariposas
revoloteaban en mi estómago de nervios por saber qué le había pasado. Son las
tres de la tarde y no ha aparecido. Debo estar en el aeropuerto a las doce de
la madrugada para tomar el vuelo a las dos.
Decidí
ir a buscarlo. No tengo su número para llamarlo ¡Y ni sé si tiene un teléfono!
Pero sí sé dónde vive su abuela. Tomé un taxi y le indiqué un poco enredada
donde es.
Después
de unos largos y desesperantes minutos de estar sentada observando la ciudad
que dejaría esta madrugada, el auto se detuvo frente al jardín lleno de rosas
de la casa de su abuela. Pagué el viaje, y al bajarme me acerqué a la puerta.
Algo nerviosa soné el timbre y esperé caminando de lado a lado…
Abrieron
la puerta.
-
¡Hola! –Dijo seria-
Una
mujer de cabello castaño oscuro y ondulado, ojos cafés y muy delgada, se asomó
en la puerta pronunciando aquellas palabras que me dejaron sin aliento ¿Quién
es ella? ¿Me equivoqué de casa? ¿Qué está pasando?
-
Hola ¿Está es la casa de Nicholas? –Dije nerviosa-
-
Sí ¿Quién eres tú? –Preguntó intrigada-
-
Soy… Una amiga –Mentí- ¿Él se encuentra? –Pregunté
preocupada-
-
Se fue hace un rato, dijo que iría a visitar a alguien.
¡Eso
no es bueno! Si llega al hotel y no estoy pensará que me fui antes… ¡Debo
correr!
-
¿Tiene algún número de teléfono donde pueda
contactarlo? –Pregunté angustiada-
-
No lo sé porque acabo de llegar.
-
¿No mencionó un sitio específico? –Insistí-
-
Una casa –Respondió dudosa- No sé joven ¿Quieres qué le
deje un mensaje para cuando regrese?
-
¿Usted es…? –Dije apenada-
-
Soy su madre.
¡Oh
por Dios! ¿Su madre? ¿No estaban en Los Estados Unidos? Esto es realmente
extraño.
-
Bien, un placer conocerla –Sonreí- Iré a buscarlo.
-
Un gusto… -Me observó sonriente-
-
Soy Susan por cierto –Dije alejándome de la puerta-
Al
parecer la mamá de Nicholas no tiene idea de lo que hace su hijo y menos que
tiene una novia.
Corrí
hasta la parada. No pasaba ningún transporte público. Caminé varias cuadras
rápidamente hasta conseguir un taxi. Solo tenía unos pocos billetes en mi
cartera. Se los entregué todos al conductor y bajé corriendo en la entrada del
hotel. Subí a la habitación y no estaba en el pasillo. Regresé al lobby con la
respiración acelerada de lo agitada que estaba. Busqué por todas las áreas y
nada. Estaba a punto de comenzar a llorar. Por último pregunté en la recepción
del hotel si había algún mensaje para mí.
-
Le dejaron esto –Me entregó el sobre-
-
¡Gracias! –Sonreí-
Me
senté en el lobby, abrí el sobre desesperada y comencé a leer:
“Querida Susan, Sue: estos días han sido
para mí muy especiales, nunca creí enamorarme de alguien tan rápido… Desde la
primera vez que te vi sabía que esa chica que fingía ser odiosa conmigo se
convertiría en una amiga, pero ahora eres más que una amiga, eres mi novia
¿Cómo ha sucedido esto? Yo no suelo enamorarme así. Vine a despedirme, a tomar
tus suaves manos quizás por la última vez, a escuchar tu voz, ver tu sonrisa,
tus bellos ojos, acariciar tu cabello lacio.
Eres
la mejor, gracias por hacerme feliz durante este tiempo. Te deseo un buen viaje
y ¡Nos vemos! No será un adiós.
Te quiere mucho – Nicholas Jonas.”
Las
lágrimas caían rápidamente en mi rostro. Una hermosa carta pero una triste
despedida… Subí a la habitación destruida y me tiré en la cama mientras
continuaba llorando. Tendré que superarlo. Debo verlo como algo bueno, una
experiencia única y un momento muy feliz de mi vida.
Sonó
el teléfono de la habitación y contesté.
-
¿Sí?
-
Señorita, taxi espera por usted –Dijo algo enredado-
-
Gracias –Colgué-
Tomé
mi equipaje y mi bolso de mano. Apagué las luces y cerré la puerta. Caminé
hacia el elevador, esperé a que llegara y bajé hasta la recepción. Entregué la
llave y el botones me ayudó con las cosas. Subí al taxi intentando contener mis
lágrimas. Me recosté del asiento y cerré mis ojos durante el camino hacia al
aeropuerto. Al llegar, el conductor me ayudó con el equipaje y ahí continué
sola. El taxi estaba incluido con el hospedaje, por eso no pagué nada. Caminé
hasta la taquilla de la aerolínea y entregué mi boleto. Registraron mi asiento
y mi equipaje, y aguardé en la sala de espera junto a la puerta de embarque
esperando por el abordaje.
Hola! Tenía mucho tiempo sin escribir esta novela.... Quise continuarla gracias a sus comentarios :D Les agradezco mucho y voy a seguir escribiéndola con la mayor frecuencia posible! Gracias -Liz <3 p="">3>